Adelgazar es un proyecto como otro cualquiera.
Y los proyectos, se proyectan. Proyectar es mirar con perspectiva. Es idear y trazar un plan que mire hacia adelante. Que nos indique los pasos a seguir uno a uno. Es tener una guía que indica el camino a seguir. Hay que planificar para adelgazar.
Porque el proyecto conlleva un proceso a lo largo del tiempo, necesita un tiempo durante el cual estemos siguiendo los pasos ideados en el plan.
¿Cuántos kilos quieres perder? ¿Y cuánto tiempo te llevó conseguir todos esos kilos? Tampoco aparecieron de la noche a la mañana, ¿verdad?
Desde que decides adelgazar hasta que llegas a tu peso ideal pasa un tiempo en el que te vas a encontrar con personas o situaciones que van a obrar en tu favor o en tu contra.
Planificar para adelgazar
Por eso tienes que planificar muy bien todo lo que vas a hacer durante todo el tiempo que dure el proceso. Para no desviarte del camino a seguir hasta que consigas el peso que buscas.
Y además, tienes que planificar por escrito para no salirte del plan. Para tener una guía a la que volver en los momentos de duda, en los momentos de bajón.
¿Por qué es importante que planifiques por escrito todo lo que vas hacer durante el tiempo que vas a estar adelgazando?
La única manera eficaz de poder planificar es hacerlo por escrito. Ponerte metas por escrito con un plan definido para alcanzarlas es la única manera para poder llegar al final sin abandonar.
Planificar reduce la ansiedad:
-> Porque si te centras únicamente en el objetivo final te entran las prisas y aparece la impaciencia. Y ya sabes, la impaciencia es uno de principales motivos por los que abandonas. Planificar aumenta tu paciencia. Hace que pongas el foco en las acciones diarias y no en el final objetivo final.
-> Porque al planificar cómo llegar a tu objetivo pones pequeñas metas por el camino que al alcanzarlas te hacen sentir que lo vas consiguiendo. Te hacen sentir exitosa. Te muestran que tú también puedes lograrlo.
-> Porque de esta manera ordenas el caos de tu mente. Y así tienes claridad para saber lo que vas a hacer. Con esta claridad desaparece el miedo a no conseguirlo. Reduce la incertidumbre de si lo estás haciendo bien o no. Sabes lo que tienes que hacer todos los días y lo que va a pasar cuando lo haces.
-> Tomarás mejores decisiones, tu confianza en ti misma aumentará. Verás aumentada tu autoestima y evitarás que en situaciones donde antes normalmente abandonabas ya no lo hagas. Cuando se presente delante de ti un alimento que sabes que te perjudica para conseguir tu objetivo, o cuando te entre la pereza, tendrás la capacidad para decir no, esto no lo quiero, yo quiero seguir por el camino que me lleva a mi objetivo que es adelgazar.
-> Reduces la preocupación, porque sabes lo que tienes que hacer. Y porque sabes que si lo haces lo vas a conseguir. Estás enfocada en los pasos que tienes que dar y confías en que tienes resultados. De esta manera te olvidas del resultado final, dejas de preocuparte por si no lo consigues y comienzas a ocuparte para conseguirlo
-> Cuando planificas te sientes segura con lo que estás haciendo, y esa seguridad se transmite a los demás, y de esta manera ellos te respetan, y a su vez te respetas tú a ti misma.
-> Teniendo un plan, unas metas, unos objetivos por escrito, y siguiendo los pasos acortas el tiempo en llegar a tu objetivo final. Puedes adelgazar en mucho menos tiempo
-> Expandes tu potencial, en eso que pones la atención es lo que obtienes. Porque todo el mundo puede adelgazar. El problema es que mucha gente no sabe cómo hacerlo, no se organiza, no planifica, no cree en sí mismo y se desvía a mitad del camino y abandona.
->Muy importante este punto: engañas a tu cerebro, engañas al SAR (sistema activación reticular), el filtro neuronal que tenemos en la base del cerebro y que solo presta atención aquello en lo que tú estás pensando. El SAR son tus creencias. Si piensas que no lo vas a conseguir, si piensas que no vas adelgazar, tu SAR se encargará de darte la razón, y te mostrará situaciones que te «obligarán» a realizar acciones que te llevarán a abandonar.
¿Cómo sé si estoy planificando bien?
Lo sabrás por los resultados obtenidos. Lo sabrás si cada día que amanece te levantas motivada para continuar con el plan. Y también lo sabrás si el proceso de cambio, tu proyecto para adelgazar, te hace sentir bien. Si se ha convertido en una lucha diaria, lo afrontas con desgana o te produce estrés, cámbialo, planifica de otra manera. Retoca tu plan hasta que te haga sentir bien y no quieras que se acabe nunca.
Sentirás que vas bien porque cada día tendrás mas salud y menos peso. Tus niveles de energía serán mayores según avance el proceso. Pasarán las semanas y volverás a ponerte ropa que antes no te valía.
Tus analíticas irán mejorando. Sentirás cómo irán desapareciendo pequeños dolores a los que ya te habías acostumbrado. Cada día te cansarás menos y tendrás más ganas de disfrutar de la vida.
Volverás a quedar con la gente y a realizar actividades que habías dejado de hacer. Te sentirás más feliz, con más autoestima, tendrás mejor carácter y tu entorno lo notará y te lo dirá.
Planificar para adelgazar, ése es tu secreto
Tu vida entera cambiará y tu cuerpo te lo mostrará.
Planifica tu proceso de adelgazamiento Y si no puedes sola, no te preocupes. Ocúpate y busca ayuda. Busca un coach que te ayude a planificar tu objetivo.